Hola, soy Aniol! 

Si acabas de llegar, te recomiendo que empieces aquí!

Imagina tener un estilo de alimentación que te permita comer lo que más te gusta y conseguir todos tus objetivos.

No fue nada fácil. Un camino lleno de frustraciones y dificultades innecesarias. 

Tu cuerpo es tu hogar y en todo sitio considerado «buen hogar» no deberían existir las esclavitudes.

Fui demasiado estricto.

Estuve años calculando calorías y macronutrientes al milímetro.

Me preocupaba salir a comer fuera con los amigos por ‘comer peor’.

Incluso me sentía mal si comía los alimentos ‘prohibidos’ que leía que eran tan perjudiciales para la salud.

Sentía estrés si no seguía la dieta a la absoluta perfección.

Tú dominas algo cuando tienes el control sobre ese algo. Estás obsesionado cuando ese algo tiene el control sobre ti.

Estar al 100% obsesionado con la nutrición no es nada sano. Es una prisión.

Estuve varios años experimentando con varias dietas, ‘métodos’ y otras formas de alimentación. Dieta paleolítica, vegetariana, sin gluten, cetogénica..

Al final entendí que no tengo que escoger entre disfrutar de la comida o tener el cuerpo ideal.

Importa lo que hagas la mayor parte del tiempo.

La ADHERENCIA a tu alimentación es la clave. No sirve de nada seguir una ‘dieta perfecta’ si no la puedes seguir durante TODA TU VIDA.

¿Mi objetivo?

Ayudarte a que encuentres esa alimentación que te haga disfrutar mientras consigues todos tus objetivos.

Aunque te alimentes a base de brócoli y pollo , si comes más calorías de las que gastas, vas a ganar peso. 

Si haces como Jordan Sayatt y comes cada día durante un mes una Big Mac (McDonald’s) pero gastas más calorías de las que ingieres, vas a perder peso. 

O como el famoso “Profesor Twinkie” , que se alimentó durante diez meses a base de comida ‘basura’ y también perdió varios kilos. 

Es pura ciencia. Si consumes menos calorías de las que gastas vas a perder peso.

Aunque la ley de la termodinámica es real, no significa que todas las calorías son iguales o que puedas comer a base de pizza y dulces. 

Una dieta alta en alimentos procesados es perjudicial para tu salud.

En un mundo ideal, todo el peso que ganas se convierte en músculo y todo el peso que pierdes es grasa. Pero, desgraciadamente estamos en la Tierra y la fisiología no funciona así.

Tampoco tienes un detector de alimentos que por arte de magia transforma los helados en grasa y la verdura en músculo. Los alimentos estigmatizados como «malos» pueden encajar perfectamente en una dieta bien equilibrada de forma ocasional.

¿Por qué se demonizan tanto los alimentos procesados? Porque son alimentos hipercalóricos y bajos en nutrientes. Son muy palatables y con una mezcla de aspecto, olor, textura y gusto que a nuestro cerebro le encanta. Cuando abres una caja de galletas y no puedes parar de comer.

¿Te ha pasado nunca lo mismo con zanahoria o pimientos? 

Con los alimentos procesados es muy fácil pasarse y consumir muchas más calorías de las que necesitamos.

¿Eres capaz de tener una alimentación 100% basada en comida “real” y eliminar todos los productos procesados sin sentir ningún tipo de estrés o antojo? 

Wow. Genial. ¡Adelante, esto es perfecto!

Pero, recordémoslo. No vivimos en un mundo ideal y el 99% de gente ni quiere ni puede tener una alimentación así.

¿Es la solución eliminar algo que te gusta muchísimo porque (normalmente) tiene más calorías?

 Una opción mucho mejor es entender los conceptos básicos de la nutrición e incluir de vez en cuando ese alimento que te hace disfrutar tanto.

Va a ser mucho más fácil seguir un estilo de alimentación si comes los alimentos que te encantan. 

La adherencia a un plan de alimentación es la clave para conseguir resultados y mantenerlos toda tu vida.

Tu alimentación tiene que estar en sintonía con tus objetivos, tus gustos y tu contexto.

Una alimentación que disfrutes de tener.

Elige comida que tu abuela reconocería como tal. Entiende los conceptos básicos de la nutrición.

Come comida nutritiva la mayor parte del tiempo.

Pero si entiendes los básicos también habrá espacio para esa galleta que tanto te gusta.

No tienes que renunciar a un montón de cosas para tener salud y conseguir todos tus objetivos.

Puedes disfrutar de la comida.

Puedes tener una vida saludable.

Puedes tener el cuerpo que deseas.

El balance energético es el nivel más importante de la nutrición.

¿Esto significa que no importa lo que coma mientras respete las calorías?

No. Ni mucho menos. 

La principal base de tu alimentación deben ser frutas, verduras, carne, pescado, lácteos, legumbres, etc.

Esos alimentos que puedes encontrar en el mercado de tu pueblo. Sin etiquetas. Los de toda la vida. Sin marketing.

Si la mayor parte del tiempo consumes estos alimentos llenos de nutrientes, vitaminas y minerales (y te mueves y entrenas bien), podrás incluir esos otros alimentos “prohibidos” a los que tanto temes porque has oído que son tan y tan malos para tu salud.

Disfrutar de un helado mientras paseas por el centro de tu pueblo no es el verdadero problema.

Comer constantemente más calorías de las que necesitas junto a una vida sedentaria sí que lo es.

La receta es simple.

Pero que sea simple no significa que sea fácil.